La neurociencia del comportamiento nos permite entender la base neuronal del desarrollo personal y profesional con el fin de ayudar a las personas a acceder a herramientas científicamente validadas para el mejoramiento de sí mismos y de los demás.
La visión desde la ciencia nos ayuda a darle sustento real a los planes de desarrollo más allá de la voluntad y las buenas intenciones por medio de herramientas objetivas de medición que nos muestran casi que en tiempo real los avances que las personas están haciendo por medio de las capacitaciones, mentorías, coaching o en nuestro caso neurocoaching.
Este es el momento de aprender a ser neurolideres de entender cómo funciona nuestro cerebro y la influencia de este en el bienestar emocional, la productividad, la motivación y el éxito personal y grupal. Ya que por ejemplo: no es solo pensar en la inteligencia emocional como una habilidad blanda, sino como la competencia estratégica que moviliza la motivación, la empatía, la creatividad y la toma de decisiones entre muchas otras y la cual se evidencia por medio del sistema de creencias, la flexibilidad cognitiva y la autogestión en escenarios inciertos, todos estos medibles y sujetos a entrenamiento.
Si cada uno logramos entender cómo podemos minimizar las amenazas percibidas en el entorno y las formas de maximizar las recompensas que obtenemos de nuestro trabajo tanto desde el ser como desde el hacer podremos tener unas carreras más exitosas y satisfactorias.
Tu cerebro en modo amenaza
Cuando tu cerebro se siente amenazado ya sea real o imaginariamente libera cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés que te hacen sentir hipervigilante. Los estudios demuestran que reaccionamos más rápido, más fuerte y el efecto dura más para las amenazas que para las recompensas. Cuando nos sentimos amenazados, nuestros cerebros desvían recursos para hacer frente a la amenaza, lo que reduce la capacidad intelectual para el pensamiento analítico, la percepción creativa y la resolución de problemas, ya que tienes que estar listo para pelear o huir, de allí la frase famosa de un cerebro estresado negativamente es un cerebro apagado.
Una amenaza puede ser desde un correo de un cliente molesto, una llamada de tu jefe o un error que cometas.
Tu cerebro en modo recompensa
Cuando percibes una recompensa o una oportunidad tu cerebro libera neurotransmisores del bienestar que conducen a sentimientos de satisfacción, placer y motivación.
una recompensa puede ser: una palabra agradable, cerrar un negocio, alcanzar una meta, pensar en tus éxitos pasados.
Neuroreto:
- Elige las competencias «blandas» más importantes para ti y describe cómo puedes convertirlas en habilidades estratégicas.
- Revisa que funciones cerebrales como la atención, la memoria, la flexibilidad cognitiva (creatividad) crees que necesitas mejorar y comentanos para compartirte herramientas de estimulación cerebral.
- Define un elemento de bienestar emocional que afecte tu desempeño y comienza a tomar pequeñas acciones para mejorarlo.
Los grandes logros se dan a partir de pequeñas acciones sostenidas en el tiempo, define tus primeros pasos y no pares de avanzar.
un abrazo de tu neurocoach
