¿Cuánto te está costando la distracción crónica? fue la pregunta que le hice a uno de los CEO con los que trabajo, el me miro entre sonrojado y frustrado y me dijo «todo, la presencia ejecutiva, la relación con mi pareja y la vida, no logró estar en ningun lado plenamente», si esto te suena familiar, es porque haces parte de esas 7 de cada diez personas que cada día sienten que su cerebro se está deteriorando y no saben como detenerlo.

Tomate una pausa ve al interior de tu cabeza en este momento observa que está pasando allí? cual es el estado de tu mente, está tranquila y en calma, levemente agitada o un caos; Quizás estés soñando despierto, dejando que tu mente divague libremente entre diferentes pensamientos. O tal vez te sientas alerta y enfocado, experimentando el tan anhelado estado de «flow». Pero, en la mayoría de los casos, tu cerebro podría sentirse bloqueado, como un navegador con demasiadas ventanas abiertas, lo cual para muchos ejecutivos es una mezcla entre el deseo de hacer muchas cosas y la frustración de no lograr enfocarse en ninguna de ellas por el tiempo suficiente para tener un avance significativo.

Cada día son más la cantidad de estudios que evidencian como nuestra capacidad de concentración está en declive y ya no sabemos si es por la «niebla mental» generalizada en la era post pandémica, los expertos de la neurociencia encargados de «secuestrar» nuestra atención con redes sociales cada vez más adictivas o los malos hábitos que tenemos a la hora de administrar el funcionamiento de nuestro cerebro, lo que sí sabemos es que entre el síndrome de la mente acelerada, la multitarea y el agotamiento cada vez vemos cómo se incrementa la preocupación por nuestra capacidad de concentración.

Vivimos en un mundo donde la mayoría de aspectos que nos rodean compiten por nuestra limitada capacidad atencional, desde las notificaciones que disparan nuestra presión arterial, pasando por los mensajes automáticos «urgentes» del whatsapp que terminan en incremento del estrés y la lista de tareas que parece nunca concluir y eso que no estamos hablando de las clases de tennis que pagamos y nunca tomamos o la meta de aprender de IA que no podemos terminar porque la vida no nos alcanza, sera que lo que necesitamos es conocer un poco más a nuestro cerebro para lograr optimizarlo.

Razón número 1 de desconcentración: le estás pidiendo a tu cerebro hacer lo imposible: realizar múltiples tareas.

Todavía nos encontramos descripciones de cargo donde dicen habilidad para ser multitasking y eso no existe, lo que realmente estamos haciendo se llama “cambio de tarea” y está teniendo efectos importantes en tu capacidad de atención y gasto energético a nivel cerebral.

El cambio de tareas es el acto de modificar el enfoque de una tarea a otra, de forma rápida y frecuente. Y, cada vez que lo haces te toca pagar el efecto de costo de cambio. Este efecto sugiere que cada vez que cambias de tarea, estás perdiendo mucha energía mental y tiempo abriendo nuevas «ventanas mentales» y reorientando tu enfoque de un lado a otro, estudios muy serios han encontrado que ese cambio de tareas puede hacer que pierdas hasta el 40% del tiempo de trabajo productivo de en tu día. 

Razón número 2 tu atención sostenida es débil.

Según un estudio realizado por la consultora Deloitte en 2022, el 70% de los ejecutivos afirma que la falta de concentración es un problema importante en su trabajo.

  • El 70% de los ejecutivos afirma que la falta de concentración es un problema importante en su trabajo.
  • El 50% de los ejecutivos afirma que la falta de concentración les ha llevado a tomar decisiones erróneas.
  • El 40% de los ejecutivos afirma que la falta de concentración les ha causado estrés o ansiedad.

Contesta honestamente, ¿qué actividades de manera deliberada realizas cada día para entrenar tu cerebro y hacer que funcione mejor? y cada cuánto duermes menos de 7 horas, no estás lo suficientemente hidratado, no te ejercitas y no tomas medidas para regular tus niveles de estrés, si no estamos tomando acción para mejorar el cerebro lo estamos dañando, no hay más opciones.

Razón número 3 la carga cognitiva te supera.

Ningún trabajo es perfecto, todos tenemos tareas que no nos gusta realizar y cuando estas no son resueltas rápidamente se activan en nuestro cerebro creencias relacionadas con nuestra falta de capacidad o de estándares inalcanzables que nos hacen sentir incapaces y frustrados.

Según la Teoría de la Carga Cognitiva , cuando evitamos situaciones difíciles en el trabajo, a menudo es porque tenemos miedo al fracaso, a la desaprobación social o a no estar al nivel de las expectativas de nuestros jefes. Esto se debe a que no podemos recurrir a nuestra memoria a largo plazo y realizar la tarea en “piloto automático” sin realizar mucho esfuerzo consciente como cuando dominamos un tema determinado. En cambio, al ser un tema nuevo tenemos que confiar en nuestra memoria de trabajo a corto plazo, mucho más pequeña, que requiere más esfuerzo cognitivo y puede causar malestar y frustración al no entrar en flow, lo cual hace que nuestro active el sistema de lucha y huida y nos quiera «salvar» del malestar. 

Y la manera más fácil de sacarnos de esa situación es activando «cogniciones procrastinadoras»: pensamientos que nos llevan a intentar minimizar nuestra experiencia de estos sentimientos negativos evitando la tarea que los desencadena y reemplazandolas con otras actividades más placenteras a esto se le llama restauración del estado de ánimo y es un tema en el que profundice en mi nuevo libro Créelo Créalo. Sin embargo, el alivio temporal que recibimos al posponer las cosas generalmente se convierte en ansiedad por la tarea inconclusa, lo que genera más estrés y bloquea el nivel de concentración. 

Primeros pasos para cerebros desconcentrados

  1. Práctica cada día 12 minutos de atención plena, si te cuesta sentarte y cerrar los ojos prueba la caminata consciente o sigue un audio guía
  2. Enfréntate primero a las tareas que más te cuestan, no permitas que el temor o la incomodidad te distraigan con cantos de sirena, centrate en terminarlas o al menos avanzar en ellas a primera hora del día. De esta manera, podrás concentrarse en las tareas más agradables de tu trabajo, sin sentirte culpable o estar incomodo por evitar. 
  3. Cuida de ti, prioriza el sueño, el descanso y las actividades que te permitan restaurar tu sistema nervioso.
  4. Entrena tu cerebro si quieres realmente ver unos cambios significativos necesitas del poder de la neurociencia para entender el nivel de funcionamiento en el que estás y cómo implementar un plan de gimnasia cerebral para desarrollar «músculo atencional», si quieres conocer más del tema te invito al taller sin costo de Desbloqueo mental que dictare el próximo 2 de noviembre a las 7:00 pm hora Colombia, solo me envias un mensaje o reaccionas a este artículo y una persona de mi equipo te contacta.

Independientemente de la opción que tomes para entrenar tu cerebro no dejes que se atrofien tus capacidades, aun estas a tiempo de desarrollar tu reserva cognitiva y hacer que tu cerebro sea el aliado de tu éxito.

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